Xavier y yo utilizábamos de fondo para nuestras fotos las atormentadas rocas de la costa, que contrastaban con los brillantes mecheros Flamminalre, los productos de la perfumería Puig o las chicas que nos llevábamos para hacer unas fotos que, en aquel desolado paisaje, quedaban superartísticas. Fue una época maravillosa pero, por experiencia y cultura adquiridas, ambos sabíamos que todos los chollos se acaban; frente al deprimente refrán de "más dura será la caída", enfrentábamos el no menos cierto dé "que nos quiten lo bailao". Y Xavier Miserachs había bailado mucho. Este nuevo libro forma parte de la Colección Photo bolsillo, que publica cuidadas monografías de los fotógrafos españoles más importantes, con un formato didáctico y asequible.