En los años 50, Robert Frank dejó su trabajo como fotógrafo en Nueva York para recorrer Europa con su familia. Durante el verano de 1952 recaló en Valencia, entonces un lugar humilde y triste que sobrevivía a los rigores de la posguerra.
Las imágenes que tomó Robert Frank en Valencia, que reflejan la vida cotidiana de los vecinos de un pueblo de pescadores recogen "la humanidad del momento", como él mismo dijo.
Este volumen, en una cuidadosa edición a cargo de Robert Frank y Vicente Todolí, reúne esas imágenes, muchas de ellas inéditas, en las que la dignidad se eleva por encima de la pobreza y que cambiaron para siempre la forma de mirar del fotógrafo.