El autor de estas imágenes recorrió el país durante la primavera de 2009, y tuvo la oportunidad de fotografiar monumentos y lugares hoy desaparecidos o destrozados por el conflicto. Sus imágenes son hermosos recuerdos de un mundo que ya no existe, y se erigen en silenciosa denuncia de los estragos de la guerra, destructora de un patrimonio no ya sirio sino mundial, que conformaba una parte de la memoria de la humanidad.
Las sugestivas imágenes de Pío Cabanillas, en blanco y negro y sin apenas figuras humanas, conforman un retrato íntimo y sereno del país, que se complementa con una selección de poemas clásicos sirios. Junto a ellos, la visión exterior que aporta la genuina pluma de Mark Twain, que realizó un viaje por el Mediterráneo en 1867 del que nació su Guía para viajeros inocentes. Sus evocadoras palabras, extraídas de esa obra, describen un mundo muy parecido al actual, una manera de ser y vivir con milenios de antigüedad, que sin embargo hoy es más pobre, con la pérdida de buena parte de su patrimonio cultural.