En los últimos sesenta años, los cambios en las actitudes de los jóvenes han sido muy marcados. En todos los casos, siempre es el hecho de «ser joven» el hilo conductor que singulariza esos cambios. Este libro se propone reconstruir este fenómeno complejo a través del análisis de diversas películas, algunas de ellas emblemáticas: Rebel Without a Cause (Rebelde sin causa) para la irrupción juvenil en los años cincuenta; Easy Rider (Busco mi destino) para dar cuenta de la rebeldía contracultural de los sesenta; A Clockwork Orange (La naranja mecánica) como propuesta distópica que sepulta esta rebeldía en los setenta; My Own Private Idaho (Mi mundo privado) para la representación de la apatía juvenil de los ochenta; Trainspotting para el cinismo de los noventa y finalmente Matrix para referirnos a la opacidad y la incertidumbre virtual del nuevo milenio.