Gabriele Basilico fotografía lugares suspendidos en el tiempo, sin historia ni futuro, y en esta indeterminanción es precisamente donde residen su belleza y su interés.
Sus imágenes avanzan y retroceden entre la naturaleza y lo urbano, en ese espacio neutral que queda entre ambos, donde la planificación urbana ha sucumbido a la exposición incoherente de la urbe.
Estas fotografías reflejan el fin del ciclo industrial, las ruinas -tanto físicas como ideológicas- de la modernidad. Son un intento de entender cómo surge un nuevo entorno a partir de las cenizas de los espacios industriales y las ciudades compactas. El trabajo de Basilico convierte edificios industriales abandonados, con urbanizaciones caóticas y ruinas contemporáneas, en monumentos del paisaje posmoderno.