Este segundo libro en torno a la bondad se centra en dos advertencias que Jesús nos ofrece en Un curso de milagros. Siguiendo las características de su dulce orientación nos dice que no nos sintamos perturbados por las sombras que rodean nuestra “pequeña disposición” a aprender de él, y que no nos desesperemos debido a nuestras limitaciones. Estas precauciones fueron los temas de dos seminarios presentados en nuestro centro–“Sombras de limitación” y “Dulces son los usos de la adversidad”–que forman la base de este libro. Si nos identificamos con el ego, nuestras limitaciones se vuelven motivo de comparación y juicio, y por consiguiente nos impulsan a buscar maneras de superar las imperfecciones en nuestros cuerpos y en el mundo. Este énfasis sirve al propósito del ego de esconder la decisión de la mente a favor de la culpa, substituyendo el ilimitado Ser de Cristo por un yo limitado.