(Alexander ron Humboldt Esta es la historia de un científico, un viajero, un inventor, que llegó a ser una de las personas más admiradas de su época. Humboldt, heredero de la Ilustración, abandonó su Berlín natal guiado por sus inquietudes. Con el afán de contribuir a la ciencia, recorrió gran parte de Europa y, tras muchas peripecias, consiguió embarcarse en una expedición para explorar el Nuevo Mundo.
No había nada que escapara a su interés: coleccionó muestras de plantas locales, estudió las especies más peculiares, anotó las variaciones climáticas... Para ello se adentró en la selva amazónica, recorrió ríos enteros y escaló montañas. En definitiva, convirtió la naturaleza en su vocación y aspiró a conocerla a través de los sentimientos que le despertaba, con esa mirada tan propia del romanticismo.
Hoy, 250 años después de su nacimiento, siguen resultando admirables la pasión y la vocación que marcaron su vida y le permitieron realizar grandes aportaciones a disciplinas como la geografía y la botánica.)