John Yossarian es el protagonista de la novela Catch-22 (Trampa-22): una sátira teñida de humor negro que desde su aparición en 1961 ha vendido diez millones de ejemplares. Inspirándose en su propia experiencia durante la Segunda Guerra Mundial, su autor, Joseph Heller, escribió una despiadada crítica a la milicia estadounidense, que describía como un cúmulo de sinsentidos. En 1961 su hija Erica tenía nueve años, y la alusión a la obra más famosa de su padre en el título de estas memorias no es gratuita. Si hoy día en inglés la expresión «a catch-22 situation» equivale a un callejón sin salida, mucho de ello hay en este artefacto literario que es un repaso a la existencia de Erica Heller. Una vida familiar llena de acontecimientos, rodeada de amigos y que se desarrolla en el Nueva York más cosmopolita... pero que puede resultar tan absurda y dolorosa como la guerra que se reflejaba en Trampa-22. El cabeza de familia es el alter ego de Yossarian; un hombre excéntrico y complejo, lleno de contradicciones, a quien su hija evoca sin concesiones al sentimentalismo pero transmitiendo, a la vez, una honda y sutil ternura. Agridulce y plagado de chispa, Yossarian durmió aquí es un incisivo retrato de grupo capaz de hacer aflorar una sonrisa en los instantes menos esperados.