Hay una paradoja constitutiva de los seres hablantes y es que lo que tienen en común es la soledad que habita en cada uno. ¿Pero qué tipo de relación estructural existe entre lo más singular de cada uno, la Soledad irreductible, y el Común, que constituye la matriz de lo colectivo?
Pensar esa relación paradójica, de conjunción y disyunción, entre la Soledad y el Común, es la condición primera para aproximarse a la enigmática cuestión política de la Igualdad.
«El Común del que habla Alemán no tiene en verdad nada de común; no establece propiedades que harían iguales a unos entes, sino que define la imposibilidad de toda forma de propiedad, el carácter
inapropiable de la comunidad». Massimo Recalcati