Lluvia de junio es la historia de un retorno a casa, desde América hasta el Líbano, que acaba convirtiéndose en la investigación de un crimen: Elia buscará encontrar las razones del «incidente», que es como llaman al atentado que en los años cincuenta mató a su padre y que a él lo obligó a marcharse. Pero tendrá que hacerlo a partir de recuerdos, fotografías y relatos contradictorios salidos de familias inmersas en una guerra continua.
Con un manejo rico en registros e incontables voces —desde el estilo periodístico o las fichas policiales hasta el relato de su propia madre, o de algún familiar que participó en «el incidente», o de la vecina que oyó rumores sobre él—, Douaihy presenta un collage de narraciones, todas ellas de una belleza excepcional, que se adentran en el «incidente», que lo muestran desde múltiples ángulos o que pasan a su lado sugiriéndolo, ampliando la incertidumbre que lo rodea. ·
Douaihy hace gala en Lluvia de junio de un estilo contemporáneo, en ocasiones fragmentario, a veces sugiriendo más que mostrando, siendo capaz de moverse entre la delicadeza, la crudeza, la frialdad y lo pasional. Es, en definitiva, una obra que aleja definitivamente la literatura árabe de los clichés de lo exótico y la sitúa de lleno en la modernidad.