Hay otro Messi aparte del futbolista. Existe otro hombre que se enfada y se desenfada sin que nadie sepa poner remedio. Existe otro hombre que desafía su timidez vistiendo un traje de color cereza a los ojos del mundo. Existe ese hombre que fue capaz de parar su coche en la noche de Barcelona al ver al actor Ricardo Darín esperar un taxi y acercarlo al hotel. Existe ese Messi que le regaló su camiseta a la periodista Susana Guasch, porque le daba suerte. Y también existe ese Messi al que en este libro se desnuda con ayuda de voces como la del portero al que marcó su primer gol oficial; el entrenador que se quedó a 24 horas de dirigirlo; el líder de su infancia en La Masía; el escritor que lo definió como “la pulga electromagnética” o el actor que lo compara con “un coche de Scalextric”.
Entre todos pedimos permiso a Messi para seguir enamorados de él y para acompañarlo en ese desafío suyo por el Mundial que ya terminó. Al final, se quedó en la orilla, pero hasta llegar a la final de Maracaná, Messi tuvo que luchar frente a lo único que no conocía: la derrota. Por eso este libro es tan necesario para conocer al ídolo y recordarle lo que decía el Che Guevara, su paisano de Rosario: “No siempre se vive celebrando victorias, también superando derrotas”.