nte las atónitas miradas de los espectadores, que se encuentran al borde de sus asientos, Irma la tigresa feroz obedece todas las órdenes de su valiente domador y salta por el aro de fuego. Pero algo parece haber entre esos dos, una relación que va más allá de entrenador y bestia salvaje… ¿Cuál puede ser?
Un libro encantador y muy tierno que guarda una pequeña sorpresa que los lectores querrán revisitar una y otra y otra vez.