Nuestras máquinas de 8 y 16 bits siguen aún muy vivas, y gran parte de la culpa la tiene un buen grupo de valientes que siguen creando nuevas producciones para ellas.En este libro queremos dejar constancia de su esfuerzo y generosidad, en la mayoría de casos por amor al arte, llevando a cabo un recorrido por ese mundo Homebrewque nos retrotrae dos o tres décadas atrás en el tiempo.