Sultan Khan es un librero afgano. Es un gran amante de las humanidades, las artes y la poesía de su país. Sin embargo, las diferentes crisis que se suceden en su país van complicando su trabajo. A través de su vida el autor nos describe la forma de vivir de los afganos, sus penurias, la falta de derechos de la mujeres y la opresión a la que se ven forzadas.
Tras cubrir los acontecimientos de la Guerra de Kosovo, Åsne Seierstad viajó a Afganistán a cubrir la guerra contra los talibán. Llegó a Afganistán en otoño de 2001, y allí pasó varios meses tras la caída del régimen. Esto le permitió vivir con la familia de un librero de Kabul, Sultan Khan, y ver desde dentro cómo es una familia afgana. Además, Seierstad tenía la ventaja de ser una mujer occidental en una sociedad en la que a la mujer musulmana no se le permite estar con hombres desconocidos. Por ello, su condición de mujer occidental le permitío alternar los ambientes masculinos con los femeninos, algo impensable para una mujer afgana.