“Sí. Esas cosas son conmovedoras, pero no son horribles. Lo horrible, esa vieja palabra, significa algo más que terrible. Un espantoso accidente como ese conmueve, trastorna, asusta: pero no enloquece.
Para experimentar horror se necesita algo más que la emoción del alma y algo más que el espectáculo de una muerte espeluznante; se necesita un estremecimiento de misterio, una sensación de pánico anormal, fuera de lo natural”. Guyde Maupassant, “Lo horrible”.