Este ensayo aviva el debate y plantea con claridad los conflictos que suscita el género gramatical.
Hay un consenso en cuanto a la necesidad de visibilizar la participación de las mujeres en todos los ámbitos y evitar el sexismo. Sin embargo, el esfuerzo por evitar palabras con género gramatical masculino para referirse a hombres y mujeres no deja de despertar polémica.
Ante una afirmación como “Deben garantizarse los derechos de los niños”, se plantean múltiples opciones como “niños y niñas”, “niños/as”, “niñxs” o “niñ@s”. Pero si quien lo lee entiende que deben garantizarse los derechos de todos los niños, independientemente de su sexo y género, ¿no logra la lengua expresarse de una manera inclusiva? La norma la definen las preferencias de quienes la utilizan.