Los versos de Rita Poggioli y las originalísimas ilustraciones de Elena Pensiero trasladan a palabra e imagen nuestro mundo emocional interno, en ocasiones especialmente volcánico entre los más pequeños. El resultado es un libro de descubrimiento, intenso y emotivo, que seguramente tocará en quien lea y mire esas teclas universales que emocionarán y ahondarán en su alfabetización emocional.